No sé ni cómo he sacado este ratito para escribiros. Serán las ganas de hacerlo, de que sepáis algo de mi. Porque basta con comprar cualquier mes la revista Ciclismo a Fondo para que sepáis que sigo viva, haciendo entrevistas y cubriendo carreras, pero lo que no se mantiene por el momento mucho con vida es Persiguiendo un sueño.
Y yo que pensaba que, habiendo escrito un libro, el segundo iba a ser mucho más fácil. Yo que creía que iba a estar ‘chupado’, que iba a ser coser y cantar. Y no. Nada de eso. La presión por escribir un segundo libro que llegue al nivel o supere al primero es muy grande, debo confesároslo. Y por eso quiero dedicarle todo mi tiempo, para que salga perfecto.
El problema es que ese «todo mi tiempo» ahora mismo es muy escaso. Después de empezar el año en el Tour de San Luis de Argentina, llegué a casa y en menos de una semana ya estaba viajando a la Vuelta a Valencia. De ahí, a Sierra Nevada para hacerle una entrevista al Campeón del Mundo Peter Sagan. De regreso, con escasos días para escribirla y enviarla, volví a hacer la maleta para viajar a Omán. Luego la Vuelta a Castilla y León y ahora, recién acabada la Vuelta al País Vasco, hay que seguir las clásicas de las Ardenas.
En fin, no quiero daros pena, que ya sé que todos los que me leéis pensaréis que es una vida de lujo y no puedo quejarme, pero si me da lástima no poder tener más tiempo para poder escribir el libro.
Juro que lo intenté en el viaje a Argentina. Con 12 horas de vuelo desde Madrid a Buenos Aires, abrí el ordenador pensando en usar toda la batería posible para seguir escribiendo pero a las pocas horas estaba rendida. ¡Y lo absurdo es que después no conseguía dormirme!
Siempre que cojo un libro nuevo para leerlo me encanta mirar en la solapa la biografía de su autor. Y normalmente siempre pienso lo mismo: suelen ser profesores, catedráticos o periodistas que ya no ejercen la profesión y, en sus ratos libres se dedican a escribir. Quizá mi «problema» es ese, que al dedicarme a escribir siempre, el poco tiempo libre que tengo me gusta desconectar y no seguir escribiendo.
Pero sé que debo hacerlo
Espero que en mi próxima entrada pueda contaros que he retomado la escritura y que el libro vuelve a ponerse en marcha. Recuerdo lo mucho que me costó eso con el primero, el simple hecho de marcar una rutina en la que el libro estuviese siempre presente, meterlo en mi vida diaria y que cada jornada sea obligado dedicarle al menos un par de horas.
Mientras tanto, os emplazo a mi blog de Ciclismo a Fondo, http://blogs.ciclismoafondo.es/ainara , donde voy colgando las aventuras de los viajes, de las entrevistas con corredores y también las mías propias con mi bici. ¡Enseguida hay que hacer la maleta de nuevo para ir a la Vuelta a Asturias!